28
Sep

Ciencia, ficción y realidad

No seremos los primeros que se cuestionen dónde comienza la ficción y dónde termina lo real en la creación artística o en cualquier otro proceso de comunicación. Ese difuso límite transitable entre lo real y lo imaginado… La ciencia ha demostrado que la disonancia cognitiva hace que nuestro cerebro genere diferentes percepciones de la realidad. Construimos la forma de entender nuestro entorno. Es decir, construimos nuestras propias ficciones. En esa tarea, las relaciones transversales entre el arte, la ciencia y la tecnología no solo han hecho posible la evolución de la creatividad desde la historia conocida, también han ido modelando poco a poco la percepción de nuestro entorno.

Pero nunca hemos podido transformar tanto como ahora la percepción de la realidad que nos rodea. De hecho la “aumentamos” a menudo con dispositivos, datos y pantallas interpuestas hasta el punto de convertirla en una ficción. Nuestra ficción. Aquella en la que no distinguimos entre “lo real” y “nuestra realidad”.

Lo inquietante es que en esta «construcción de ficciones» no estamos solos. A finales del siglo XX, Bauman nos alertó sobre un peligro emergente, un nuevo y sofisticado sistema llamado “sinóptico”. No buscaría la disciplina por coacción. Su objetivo era la aceptación a través de la seducción y el consumo. De tal forma, que muchas veces ni siquiera tenemos conciencia de ser los actores de una ficción escrita desde instancias más elevadas… En cualquier caso, y aun si así fuera, parece claro que la innacción no es buena compañera en la vida del nuevo ciudadano. Antes al contrario, cuanta más proactividad tengamos, cuanta más interacción generemos mayor será la participación en la construcción de «nuestra ficción» frente a otros constructos, frente a otras ficciones cotidianas que desdibujan «lo real».

Es cierto… el juego ha comenzado.