Un poco de sur
Un atardecer en el Atlántico equivale, más o menos, a catorce sesiones de terapia emocional. Siempre que tengo la oportunidad de volver al sur me pregunto porqué he tardado tanto. Y más vale no plantearse la siguiente pregunta. ¿Qué motivos hay para irse de «el sur»?
En realidad, no hay ningún motivo para volver. El sur es mucho más que una ubicación geográfica. El sur es un estado mental. Una invitación al optimismo, a lo más vital, a nuestras raíces mestizas y multiculturales, a la música, la seducción, el arte… Me encanta trabajar en el sur. Me ha pasado: puedes creer que estás en la reunión más importante de tu carrera, pero hay algo que te hace despertar de ese error. Cuando todos se levantan y te dicen «vamonó»….
Sí. Porque, en el sur, todos saben que lo importante es no perderse ese espectáculo diario único, efímero e irrepetible. Todos saben que lo verdaderamente importante es volver al mar… y contemplar el atardecer.
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